Los avances de los chatbots generativos han revolucionado la forma de realizar trabajos de investigación por parte de profesorado y alumnado. El uso de estas aplicaciones facilita muchas de las tareas relacionadas con la búsqueda y procesamiento de la información modificando por completo las competencias digitales necesarias.
Hoy por hoy no es posible asegurar al 100% si un trabajo escrito ha sido realizado por IA o bien por un ser humano. Los propios chatbots generativos no reconocen los textos producidos por ellos mismos. Y herramientas especializadas en plagios con IA como GPTZero tampoco son capaces de garantizar de forma plena la naturaleza de la autoría de un texto. Lejos quedan ya las obsoletas herramientas antiplagio o consultar ciertos párrafos en Wikipedia, Google Search o el Rincón del Vago.
Teniendo en cuenta esta situación es necesario reflexionar sobre cómo proponemos y evaluamos los trabajos escritos del alumnado.
Debemos modificar la asignación de tareas para tener en cuenta la habilidad de usar estos chatbots generativos, el trabajo en equipo, la discusión, el análisis crítico y la contratación con fuentes conocidas y fiables de los datos, la presentación de la información, el discurso oral de comunicación, la descripción y justificación del proceso de trabajo seguido, la capacidad de debatir ideas y argumentos en directo o de analizar y valorar el trabajo de los demás. Gracias a la IA tenemos una excelente oportunidad para evolucionar hacia una forma de evaluación que tenga en cuenta todos estos aspectos y no solamente la calidad de un producto final escrito.
Este cambio de paradigma nos ofrecerá la base para abordar con el alumnado la competencia de usar chatGPT o similares de forma inteligente. El trabajo creativo evolucionará en el sentido de que no centraremos el foco únicamente en el producto final si no que además tendremos en cuenta el proceso. Y en este proceso también la originalidad en la forma de interactuar con el chatbot para conseguir mejores resultados. Es lo que algunos han dado en llamar “la ingeniería del prompt”.
A continuación se expone un posible modelo de propuesta de tarea de investigación para el alumnado teniendo en cuenta que pueden utilizar chatGPT como una herramienta más que les facilita la búsqueda y elaboración de la información:
- Preparación inicial. Consiste en definir el tema, objetivos y contenidos a trabajar. Se establecen los criterios de organización del trabajo en equipo, el cronograma de actividades y la rúbrica con los criterios de evaluación.
- Uso de ChatGPT. Se trata de desarrollar en sucesivas tareas la habilidad de utilizar esta herramienta de forma inteligente para conseguir resultados más afinados y precisos.
- Elaboración. La información obtenida se analiza críticamente en el seno del grupo y se contrasta con fuentes de confianza para garantizar veracidad y evitar sesgos.
- Presentación. Creación del soporte digital de exposición: presentación, vídeo, podcast … que organiza y presenta la información recopilada. Esta fase también incluye la preparación de la comunicación a los demás teniendo en cuenta que será necesario mostrar dominio del tema y responder a las dudas del público.
- Exposición y debate. En la fase final se presentan las conclusiones al gran grupo y se analizan de forma colectiva. El proceso finaliza con una reelaboración de la información por parte de todo el alumnado.
Los docentes podemos seguir mirando para otro lado como si los chatbots generativos no existieran o nuestro alumnado no los usara. También podemos seguir prohibiendo su uso en clase o evitar su manejo en los hogares no asignando trabajos a realizar en casa. Pero la realidad es que el alumnado está comenzando a utilizar estas herramientas de forma libre y autónoma con los peligros que conlleva la ausencia de un barniz educativo.
Es cierto que todavía queda por salir legislación que regule distintos aspectos del uso de la IA y que no sabemos cómo evolucionará en los próximos años. Pero hace tiempo Lawrence Lessig (padre de la iniciativa Creative Commons) acuñó una frase que se hizo famosa “No hay interruptor que pueda aislarnos del efecto Internet”. La Inteligencia Artificial ha venido de la mano de Internet y lo ha hecho para quedarse.
Una de las características más destacadas de la sociedad del conocimiento en pleno s XXI son los constantes avances tecnológicos y su impacto directo e inmediato en la vida de los ciudadanos. La educación debe tratar de asimilar esos cambios a la misma velocidad de acuerdo con sus propios objetivos. Y esto lleva implícito una actualización permanente del currículum y en especial del modelo competencial tecnológico. De lo contrario la escuela terminará perdiendo su liderazgo en la formación y educación de las futuras generaciones.