PICRAT es un modelo de integración tecnológica que pretende contribuir a mejorar las prácticas docentes en el aula. Ha sido propuesto por Kimmons, R., Graham, C. & West, R. (2020), docentes de la Universidad Brigham Young. Está pensado para la formación docente y facilita el análisis de las prácticas educativas atendiendo a dos criterios: el rol del alumnado protagonista (PIC) y el impacto en la práctica previa del docente (RAT).

La integración de la tecnología en la enseñanza está condicionada por los requisitos profesionales docentes en constante cambio, los recursos tecnológicos en permanente evolución y las necesidades variables de las distintas áreas y contextos. En la actualidad disponemos de distintos modelos que tratan de conceptualizar cómo se puede abordar una integración eficaz de la tecnología en el aula: TPACK de Koehler & Miishra (2002), SAMR de Puentedura (2003), TIP de Roblyer & Doering (2013), TIM de Harmes, Welsh y Winkelman (2016), TAM de Venkatesh, Morris, Davis & Davis (2003), LoTi de Moersch (1995), RAT de Hughes, Thomas & Scharber (2006) … PICRAT trata de aprovechar las fortalezas de estos modelos y subsanar sus dificultades.

Los dos ejes: PIC y RAT

Este modelo invita a una reflexión sobre dos preguntas básicas que surgen cuando se propone una tarea al alumnado usando tecnología:

  1. ¿Qué hacen realmente los estudiantes con la tecnología? (PIC)
  2. ¿Cómo impacta este uso de la tecnología en la pedagogía docente? (RAT)

La respuesta a cada pregunta se puede estructurar en 3 niveles u opciones cuyas iniciales dan nombre al modelo: PIC (Pasivo, Interactivo y Creativo) y RAT (Reemplazo, Amplificación y Transformación).

PIC: Pasivo, Interactivo y Creativo

Existen 3 roles básicos que los estudiantes adoptan cuando utilizan tecnología:

  • Aprendizaje Pasivo. Consiste en recibir contenidos de forma pasiva. Por ejemplo escuchar una exposición del profesor/a que utiliza una presentación de diapositivas en Powerpoint/LibreOffice Impress o bien visionar un vídeo de Youtube en clase.

  • Aprendizaje Interactivo. El alumnado participa a través de la exploración, experimentación, colaboración y otros comportamientos activos. El alumnado interactúa directamente con la tecnología tomando decisiones, resolviendo problemas, respondiendo a comentarios … De esta forma dirige activamente aspectos de su propio aprendizaje.

  • Aprendizaje creativo. Los estudiantes utilizan la tecnología para construir artefactos que representan evidencias de su aprendizaje. Para ello utilizan herramientas de autor, codificación, edición de audio o vídeo, creación de presentaciones o esquemas … El alumnado aplica conceptos y habilidades para la construcción de artefactos físicos o digitales que resuelven problemas.

Estos 3 niveles pueden usar una misma solución tecnológica pero brindan diferentes experiencias de aprendizaje al alumnado. Por ejemplo, una aplicación como Genially para el diseño de presentaciones de diapositivas puede ser utilizada por un docente para crear un producto que utiliza como apoyo durante su explicación con intención de proporcionar información (Aprendizaje Pasivo). Otra posibilidad es diseñar una presentación interactiva que proporciona un juego interactivo o gamificación que los estudiantes manejan de forma autónoma a través del aula virtual para descubrir información y contestar a preguntas que le permiten seguir avanzando hasta una recompensa final (Aprendizaje Interactivo). Por último se le puede proponer al alumnado que diseñe su propia presentación con esta herramienta para exponer las conclusiones de su trabajo de investigación (Aprendizaje Creativo). En estos 3 tipos de actividades se utiliza la misma tecnología para enseñar el mismo contenido, pero la implicación del estudiante es muy distinta así como el impacto en su aprendizaje.

Es frecuente que los docentes al principio utilicen la tecnología para apoyar las explicaciones desde un nivel pasivo y que vayan evolucionando hacia el resto de niveles PIC. No obstante, estos tres niveles pueden ser adecuados para diferentes objetivos y contextos de aprendizaje.

RAT: Reemplazo, Amplificación y Transformación

El acrónimo RAT identifica tres posibles respuestas a la pregunta sobre el efecto que puede tener sobre la práctica docente: reemplazo, amplificación o transformación.

El Reemplazo consiste en transferir una práctica pedagógica existente a un medio más moderno pero sin mejorar la funcionalidad práctica. Por ejemplo: utilizar el plasma interactivo como si fuera una pizarra o bien el libro electrónico como si fuera un libro en papel. En muchos casos la tecnología no se está usando para mejorar la práctica, ni para resolver los problemas persistentes y ni para mejorar los resultados de aprendizaje del alumnado. En estos casos puede resultar difícil encontrar argumentos para justificar la inversión económica en tecnología o el tiempo de formación del profesorado en su manejo.

La Amplificación representa el uso de la tecnología para mejorar los resultados de aprendizaje pero no modifica la pedagogía docente. Se puede utilizar una estación meteorológica digital para obtener los datos meteorológicos más fácilmente desde cualquier sitio y momento lo cual mejora la gestión y manipulación de datos. El docente utiliza estos datos para explicar el tiempo y el clima del entorno próximo. También se puede utilizar un servicio de videoconferencia para entrevistar desde clase a un experto en astronomia situado en una universidad distante.

La Transformación se refiere a la capacidad que tiene el uso de la tecnología para modificar la pedagogía docente. Existe un debate sobre si la tecnología puede tener este efecto o no sobre la pedagogía. Pero el punto de inflexión es cuando la mayor eficiencia lograda provoca que no sea posible regresar a las prácticas anteriores. Por ejemplo, el uso de los chatbots conversacionales de IA como asistentes para la realización de trabajos de investigación por parte del alumnado exige una transformación profunda en la forma de proponer esta tarea. Asimismo la enseñanza y aprendizaje en exclusiva a través de plataformas de elearning provoca replantearse a nivel docente contenidos, tareas y formas de evaluar.

En ocasiones a los docentes les resulta complicado discernir si una práctica genera amplificación o transformación. En este caso la clave es preguntarse si la mejora de aprendizaje se podría lograr a través de medios tecnológicos más modestos. Si es posible concluimos que es amplificación y si no fuera posible sería transformación.

Imagen 1. Diagrama de flujo para determinar si el uso de la tecnología en el aula es Reemplazo, Amplificación o Transformación

Matriz PICRAT

Utilizando los dos ejes (PIC y RAT) y los tres niveles se puede construir una matriz de 9 posibilidades que nos permiten evaluar cualquier práctica que integra tecnología. Situando PIC en el eje Y y RAT en el eje X se crea un matríz jerárquica que define una progresión de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba.

Imagen 2. La matriz PICRAT

La experiencia pone de manifiesto que la mayoría de docentes comienzan integrando la tecnología mediante usos más cercanos a la parte inferior izquierda de la tabla (PR = Pasivo + Reemplazo) y conforme evolucionan tienden a conseguir mejores prácticas próximas a la parte superior derecha. (CT = Creatividad + Transformación).

Esta matriz permite mapear todas las actividades tecnológicas que plantea un docente en una unidad didáctica y por tanto facilita la reflexión para conseguir nuevas estrategias y enfoques que permitan evolucionar en el modelo PICRAT. Esta matriz se puede aplicar también como una rúbrica para evaluar secuencias y cursos.

Beneficios de PICRAT

El modelo PICRAT presenta estos beneficios:

  • Simplicidad. Resulta fácil de entender a nivel conceptual y se puede aplicar a la práctica docente de una forma fácil e intuitiva.
  • Compatibilidad. Complementa y apoya diversas situaciones concretas de aula y distintas metodologías: aprendizaje basado en proyectos y en problemas, aprendizaje colaborativo/cooperativo y aprendizaje activo.
  • Productividad. Es capaz de incentivar que los docentes piensen en distintas formas de usar las tecnologías en el aula.
  • Rol tecnológico. Se basa en el uso de la tecnología como un medio y no como un fin en sí mismo.
  • Alcance. Se puede aplicar en la formación inicial de estudiantes universitarios y también en la formación permanente de profesionales docentes explicando las principales prácticas útiles.
  • Centrado en el alumnado. Se enfatiza a los estudiantes y sus resultados de aprendizaje activo y creativo.

Dificultades de PICRAT

La puesta en práctica de este modelo pone de manifiesto cinco dificultades que pueden surgir y cómo se pueden resolver:

  • Confusión en el uso creativo. A menudo se identifica la creatividad con lo artístico o expresivo. Sin embargo en terminología PICRAT la creatividad no es necesariamente artística y se orienta más bien hacia la construcción de artefactos de conocimiento.
  • Confusión en la práctica transformadora. La identificación de una práctica como transformadora puede ser subjetiva y contextual. Sin embargo es posible consensuar la diferencia entre amplificación y transformación si te preguntas si esa práctica es posible o no realizarla con tecnología más modesta.
  • Aplicabilidad a otros contextos educativos. El alcance previsto de este modelo se ha limitado a la formación inicial del profesorado. Es posible aplicarlo a otros contextos como la evaluación de programas pero no ha sido testeado en ellos.
  • Evaluación de unidades, cursos o docentes. El modelo trata de incentivar el diseño de prácticas transformadoras y por tanto la evaluación de las tareas de una sesión deben tratar de conseguir esta valoración en el mayor número de ellas.
  • Dificultad para medir los resultados del alumnado. El modelo PICRAT se concibe solamente como una guía para generar prácticas con tecnología que puedan producir un aprendizaje más profundo. No se contempla una medición de esa mejora del aprendizaje.

Conclusión

PICRAT es una interesante herramienta que favorece la reflexión de los docentes sobre cómo integrar tecnología de forma efectiva en las prácticas de aula atendiendo a dos criterios básicos: el uso que el alumnado hace de esa tecnología (pasivo, interactivo y creativo) y el impacto que tiene en la formación pedagógica del docente (reemplazo, amplificación y transformación).

Referencias

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